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Tempestad

No disponible !!!
Dimensiones: 63x73cm
 (Marco de madera)
Materiales: Acrílico, técnica mixta sobre tabla.

Análisis Curatorial

"Tempestad" es una obra que captura la esencia de la naturaleza en su estado más indómito y visceral. Desde el primer encuentro visual, la pintura envuelve al espectador en una atmósfera densa, casi palpable, donde la dualidad entre el cielo y el agua se desdibuja para formar una masa orgánica y viva. La composición se organiza en dos secciones claras: una parte superior donde los tonos claros, casi etéreos, evocan un cielo nublado y cargado de humedad, mientras que, en la parte inferior, una amalgama de verdes intensos, turquesas y marrones profundos sugiere el caos subterráneo de un océano agitado o un terreno saturado después de una tormenta.

La textura juega un papel protagonista en esta pieza. La superficie rugosa y agrietada genera un efecto casi tridimensional que nos invita no solo a observar, sino a sentir con la mirada. Las fisuras y grietas, que atraviesan la pintura como venas vivas, parecen contener historias ocultas, como si cada grieta fuera una cicatriz que revela el paso del tiempo o la violencia de una fuerza natural desatada. Este efecto visual transmite una sensación de fragilidad y resistencia simultáneamente, como si la superficie de la pintura estuviera luchando por mantenerse intacta frente a una fuerza implacable.

El uso del color en "Tempestad" es igualmente significativo. Los tonos verdes y turquesas dominan la escena, evocando tanto la profundidad del océano como la humedad de la tierra después de un diluvio. Los toques de marrón sugieren raíces, sedimentos o restos de algo que alguna vez estuvo en calma pero que ahora ha sido alterado de forma irreparable. El blanco y los tonos más claros, presentes en la sección superior, no ofrecen un respiro pacífico, sino una especie de halo de incertidumbre, como si el cielo mismo estuviera cargado de electricidad y promesas de una tormenta aún mayor.

El título, "Tempestad", no solo describe una escena meteorológica, sino un estado emocional. La obra funciona como una metáfora visual del caos interno, de los momentos de turbulencia que sacuden el espíritu humano. No se trata simplemente de representar una tormenta externa, sino de capturar esa sensación de desasosiego que habita en lo más profundo de cada individuo cuando enfrenta el embate de sus propias tempestades internas.

El equilibrio entre control y espontaneidad es otra característica clave de la obra. Aunque la artista ha aplicado la pintura con precisión, dejando que cada grieta y cada capa cuenten su propia historia, hay también un gesto de libertad en la forma en que los pigmentos parecen haberse desplazado y fusionado naturalmente sobre el lienzo. Este juego entre el orden y el caos refuerza la tensión emocional que subyace en toda la composición.

En última instancia, "Tempestad" es un portal hacia una experiencia sensorial y emocional. La obra reta al espectador a enfrentarse no solo a la escena representada, sino a sus propios paisajes internos. Cada grieta, cada sombra y cada reflejo turquesa son un recordatorio de que, después de toda tormenta, queda un terreno marcado por el impacto, pero también una superficie preparada para renacer.